Vol. 23 – nº 1

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Alternativas al tratamiento antimuscarínico en la Vejiga Hiperactiva (VH). Nuevas dianas terapéuticas
Autores: Franco de Castro, A.
Tipo de estudio: No revisado | Nivel de evidencia: No revisado
Urod A 2010; Volumen 23; Número 1; pag. – ;
Resumen:
La Vejiga Hiperactiva (VH) como complejo sintomático o síndrome, se constituyó allá por el año 20021, sustituyendo al antiguo cuadro de “Síndrome de frecuencia-urgencia”. No todos vieron con buenos ojos el nacimiento de este término, pero el
paso de los años ha hecho que tengamos que aceptar el que su nacimiento supuso una dinamización en lo referente a su estudio, investigación y tratamiento.
Bases fisiológicas en las fases de llenado y vaciado miccional
Autores: Prados Saavedra, M.
Tipo de estudio: No revisado | Nivel de evidencia: No revisado
Urod A 2010; Volumen 23; Número 1; pag. – ;
Resumen:
La comprensión de la micción se establece a partir de dos fases claramente diferenciadas, fase de llenado y fase de vaciado. La continencia es el resultado de la integridad anatómica y funcional de los órganos que en ella participan, vejiga, cuello vesical, uretral y esfínter estriado. La coordinación entre estos órganos está mediada por el complejo neural localizado en cerebro, medula espinal y
sistema nervioso periférico.
Control Integrado del ciclo miccional
Autores: Vicente Palacio, E.
Tipo de estudio: No revisado | Nivel de evidencia: No revisado
Urod A 2010; Volumen 23; Número 1; pag. – ;
Resumen:
“El control urinario es tan trascendental para nuestra existencia social que parece probable que el alto nivel de control neural requerido, evolucione de un modo integrado junto con otros determinantes de la compleja conducta humana” . Esta frase de Clare Fowler marca no sólo la importancia de la continencia urinaria, sino la complejidad que envuelve su control. La maduración del control miccional se logra en el humano bastante más tarde que otras funciones fisiológicas y habilidades sociales que pueden a priori parecer más complejas.
Y es que la continencia urinaria implica mucho más que una función fisiológica dado que está envuelta de un importante componente emocional y constituye un requisito indispensable para poder desarrollar una vida social y laboral normal.
Fisiopatología de la función vesical
Autores: Vicente Palacio, E.
Tipo de estudio: No revisado | Nivel de evidencia: No revisado
Urod A 2010; Volumen 23; Número 1; pag. – ;
Resumen:
El síntoma central de la Vejiga Hiperactiva es la urgencia. La prevalencia en España obtenida a través del estudio EPICC(1) es de 2,69% en mujeres laboralmente activas, 3,55% en varones menores de 65 años y de 9,14% en mayores de 65 años institucionalizados y con nivel cognitivo conservado. La ICS estableció en 2002(2) la definición del síndrome como la “Presencia de urgencia y frecuencia (diurna o nocturna) que puede acompañarse o no de incontinencia”. La definición ha generado controversia desde su origen. El hecho de que se trate de una definición clínica parece traer como consecuencia el que basta un simple diagnostico clínico para poder iniciar un tratamiento sintomáico. Desgraciadamente ni su etiología es conocida, ni la fisiopatología completa-mente esclarecida ni los tratamientos suficientemente eficaces.
Prevalencia de la incontinencia urinaria en España
Autores: Salinas Casado, J., Díaz Rodríguez, A., Brenes Bermudez, F., Cancelo Hidalgo, M J., Cuenllas Díaz, A., Verdejo Bravo, C.
Tipo de estudio: No revisado | Nivel de evidencia: No revisado
Urod A 2010; Volumen 23; Número 1; pag. – ;
Resumen:
La incontinencia urinaria (IU) constituye un problema médico y sociosanitario de primer orden que está incrementando su prevalencia debido, fundamentalmente, al envejecimiento de la población.
Teoría miogénica en la génesis del detrusor hiperactivo
Autores: Errando Smet, C.
Tipo de estudio: No revisado | Nivel de evidencia: No revisado
Urod A 2010; Volumen 23; Número 1; pag. – ;
Resumen:
El detrusor hiperactivo sigue siendo motivo de investigación activa, tanto en relación con la terapéutica como con la etiología. Desde las primeras descripciones del complejo sintomático que se denominó vejiga inestable, a mediados del siglo pasado, y hasta la actualidad no se ha conseguido establecer una explicación fisiopatológica satisfactoria.
La teoría miogénica responsabiliza al propio músculo detrusor en la génesis de la actividad espontánea de la vejiga, que es la base del detrusor hiperactivo.